Si ya es duro correr un maratón con sus 42 kilómetros no quiero ni imaginar lo que puede suponer hacer 500 maratones seguidos. Si sumamos los kilómetros salen casi 21.100 kilómetros. Vamos una auténtica proeza.
Hacerlos seguidos no te deja ni un día de descanso, ni un día de estar malo, ni para recuperar los dolores... Impresionante.
Si a este desafío le sumas, que todo lo recaudado por Ricardo, va a una organización como Anfas, el mérito es doble. Hay atletas profesionales que corren por distintas motivaciones, dinero, gloria, fama...Pero correr por una causa solidaria es lo más bonito de este mundo.
Por ello desde la Txantrea queremos felicitar a este auténtico titán y a su familia (sufridora igualmente de este desafío), por toda su gesta y por su perfil humanitario.
Muchas felicidades Ricardo, ahora a descansar y disfrutar de la familia.
A todos aquellos/as que os interese, Ricardo ha recogido su gesta en su blog, que aquí pongo su dirección. Muy bien relatado y con fotos de cada día.
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